¿Otro bolso más?, si otro bolso, qué pasa, ¿acaso tu no tienes más de 20 bolsos?, ¿no?, ah!
Pero es que este bolso no es un bolso cualquiera, es un bolso mochila «¿Dónde está mi mochilaaaa?, como diría Pocholo.
No se si confesar que realmente, el bolso mochila no es nada cómodo. Te lo colocas a la espalda, eso parece cómodo, puedes llevar las dos manos libres, hasta ahí todo bien, pero la cosa se complica cuando intentas pagar en el supermercado a la vez que metes las cosas en bolsas. En un bolso de colgar la cosa es fácil, sacas la cartera y cuando terminas de pagar metes el monedero de cualquier manera en las profundidades del bolso y ya está, ya te encargarás después de encontrarlo. Pero cuando se trata de un bolso mochila, éste no se queda en posición vertical, si no que tiende a cabecear hacia adelante, como queriendo enseñar a todo el mundo lo que llevas dentro y la operación «llenar bolsas» con un bolso cabezón es delicada, porque hay riesgo de que, en una maniobra de «me agacho para llegar al fondo del carro», se te salga algo del bolso, como el móvil, las llaves, el pañuelo de mocos, la escritura de la casa, los juguetes del niño, o lo que llevéis cada cual en vuestro bolso, que no me voy a meter yo ahí.
Yo suelo llevar lo imprescindible: la agenda, un cuaderno para hacer listas, dos bolsas de tela dobladas, un paquete de pañuelos, el monedero de las tarjetas, el monedero del dinero, el protector labial, otro protector labial porque a veces pienso que no llevo ninguno, las llaves, el móvil, mogollón de tickets por clasificar (los de devolver cosas, los de tirar, los de los descuentos que nunca llego a usar, los del super para comprobar en casa que la cajera no me ha timado).
Que esa es otra, para qué querré comprobar el ticket en casa, ¿no será mejor hacerlo in situ?, porque qué voy a hacer si encuentro un error, ¿volver al super para reclamar? No lo he hecho en la vida, no porque no me guste reclamar las injusticias, sino porque volver después de descargar el coche lleno de bolsas y colocar cada cosa en su sitio, te deja fuera de combate, como para tener ganas de ir a reclamar lo mío.
Bueno, creo que después de esta disertación acerca de los bolso mochila, estaréis deseando haceros con uno y ahora viene la pregunta del millón:
¿Por qué narices te has comprado el dichoso bolso?
Pues te lo voy a decir, porque me gustó muchísimo y porque no te he contado lo mejor, este bolso mochila también tiene una tira para llevarlo como bolso de colgar al hombro.
¡Pum!, ¡toma!, ¿cómo te has quedado?, ¿cómo te has quedado?, impresionado, ¿verdad?, al final va a ser que no soy tan tonta como pensabas, ¿eh? No hace falta que contestes.
Así que solo me queda decir:
¿Dónde está mi mochilaaaaaa?
Deja un comentario