A este look lo he titulado animadora incomprendida porque la chica, lo mismo está posando para la revista del instituto que va de chica solitaria, de rarita del grupo. Pues no parece muy complicado cambiar de un extremo a otro. Que me pongo la capucha, soy una pasota, que me la quito, estoy very happy.
Me hace gracia cuando un famoso quiere pasar desapercibido, se pone la capucha o la gorra, las gafas de sol y mira hacia el suelo. Que digo yo, a mi eso más que pasarme desapercibido, me hace ponerme alerta, porque es de lo más sospechoso. Vamos, que si me cruzo a alguien con esas pintas, ya te digo yo que me cambio de acera. O sea, que dudo mucho que esa técnica sea evasiva, más bien es una llamada de atención en toda regla. «Oye, que soy famoso, mírame aunque yo pase de ti, no ves que llevo gafas de sol en día nublado, está claro, soy una estrella».
Pues muy bien chaval, nada más que por eso no te voy a mirar ni a los zapatos y eso que me encanta analizarlos, es mi deporte preferido cuando voy en el metro.
Nunca he sido de perseguir famosos, de perseguir a nadie, vamos. Pensaba, por qué esa persona es más importante que yo, por qué debo hacer cola para que me firme un autógrafo. Son gente normal y corriente, aunque ellos no lo saben.
¿Y qué es lo primero que te viene a la cabeza cuando escuchas la palabra animadora?, pues una película americana de sesión de tarde donde todo transcurre en un instituto, donde la animadora sale con el capitán del equipo de fútbol y son muy populares, mientras que la chica incomprendida bebe los vientos en secreto por el capitán.
Que yo no se qué ven en el chico, que normalmente es un capullo, borde, egocéntrico y con dos dedos de frente. Menos mal que al final la cosa se endereza y al capullo le dan su merecido y la chica incomprendida termina con el listo de la clase que resulta ser la leche.
Eso si hablamos de películas de sesión de tarde, que si la echan por la noche, muere hasta el apuntador. Muere el guapito, muere la rubita, muere el quejica, muere la que no pinta nada en la peli y que está de relleno y puede que hasta muera nuestra protagonista. Si, en estas películas ni siquiera la prota está a salvo, eso no me gusta. Prefiero ir sobre seguro, identificar a los personajes y relajarme. A ver, este es el malo, este es el bueno y este es el que va a morir nada más empezar la peli. Bien, vamos a verla.
Siempre he sentido curiosidad por saber qué de cierto había en este tipo de películas de adolescentes de instituto. ¿Realmente las animadoras son todas tontas?, ¿es el capitán siempre un buenorro?, ¿es tan importante ser popular?. Incógnitas que quedarán sin resolver, más que nada porque ya no tengo edad para averiguarlo.
Bueno, voy a prepararme para salir. A ver, gorra, gafas de sol para protegerme del nublao, capucha encima de la gorra y mangas extralargas que me tapen las manos. Estoy lista.
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