Ya se que he dicho que iba a estar algo ocupada, pero esto no me llevará mucho tiempo.
El otro día compré un soporte magnético para mi teléfono. ¿Que para qué?, pues para dar solución a mis ocurrencias. El caso es que necesitaba algún invento para colocar el móvil en el salpicadero del coche, así que fui al hiper que tenía más cerca en ese momento y compré un pequeño artilugio, consistente en un imán con adhesivo para pegarlo al salpicadero del coche y dos bandas metálicas para pegarlas en la funda del móvil o en el propio móvil.
Todo muy bien, muy práctico, muy fácil, muy bonito, pero entonces vino la pega.
Abro el paquete, saco el imán y cuando me dispongo a pegarlo en el lugar que te sugiere la bonita foto, resulta que mi coche no tiene ni un puñetero hueco en esa zona. Tengo la radio, los botones de la radio, las rejillas por donde sale el aire, la ranura para el Cd y el volante. Pues bien empezamos.
La verdad es que el inconveniente me hizo dar con una solución mejor. Puse el imán en la parte horizontal del salpicadero, utilicé una vieja funda de mi móvil, la pegué con el pegamento que te deja siempre restos en los dedos más duros que una piedra, bien lo sabe cmacarro, y le puse las bandas metálicas. Asunto resuelto.
Bueno, bueno, bueno, qué soporte más profesional tengo ahora!. Cada vez que ponga el navegador en el coche, no tendré que mirar de reojo al hueco del cenicero, que es donde lo ponía siempre. Podré ver lo que me dice la señora del navegador y tendré menos dudas. No creo que esto me libre de coger la salida equivocada porque la señora esa se suele explicar muy mal.
Mi vida ha mejorado enormemente y no quería dejar de compartir esta estupenda experiencia con todos vosotros.
Si no tenéis una funda vieja que estropear, no merece mucho la pena, porque entre el imán que vale unos 11 euros y la funda que son otros 10 o más, la broma te sale cara.
Seguro que nadie tiene un soporte tan molón como el mío y si lo tiene, pues me alegro por él que no soy envidiosa.
¡Oye tu, haz el favor de buscarte otro soporte que la idea fue mía!, ¡copiota!.
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