Hoy os traigo un video y os voy a explicar de dónde me vino la idea, porque todo lo que hago tiene un origen, aunque creáis que son arrebatos que me dan sin fundamento.
El caso es que el otro día, viendo una página web, que ahora no consigo recordar, vaya memoria la mía, me encantó la parte en la que aparecían todos los integrantes de la empresa. Si pinchabas en cualquiera de ellos, su foto cambiaba, de estar en blanco y negro, pasaba a color. También cambiaba su postura. Para que os hagáis una idea, si pinchabas en una foto que estuviera en el centro, los compañeros que se encontraban a la derecha, miraban hacia la izquierda y los de la izquierda, a la derecha. Los que quedaban abajo miraban hacia arriba. Muy molón, la verdad. Habían creado algo que parecía estar vivo. Llevo un rato navegando por la red para ver si la vuelvo a ver, pero no hay manera. Os podría haber puesto un link, ahora tendréis que hacer uso de vuestra imaginación.
Algún día aprenderé a hacer estas virguerías, todo se andará. Pero hasta que realice un curso para solventar mis carencias, os dejo este video. Quería que recordase a esas películas románticas, en las que la pareja se hace fotos en una máquina de la calle y se llevan de recuerdo la tira con las fotos de los dos, haciendo tonterías, dándose un beso o abrazándose.
Aunque el vídeo lo he titulado «mil caras», ya os adelanto que no soy capaz de poner tantas caras, creo que tengo tres o cuatro diferentes. Para no hacerlo muy tedioso, aparezco con distintos accesorios.
Creo que lo mejor del video es la música, es la que le da vida a la idea y queda más resultón.
Aun a riesgo de parecer toda una egocéntrica, aquí os lo dejo y juzgar vosotros mismos.
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