Por fin he estrenado mi corbata. Me la compré en Navidad y todavía no me la había puesto. Hacía tiempo que quería tener una. Hasta ahora, lo que usaba como corbata era un pañuelo, le hacía un nudo corbatero y andando. Podéis ver el look del pañuelo corbatero aquí.Pero me apetecía tener una de verdad.
No se muy bien qué efecto he conseguido hoy. Por un lado, me miro y me recuerdo a un invitado de boda en las últimas horas del baile, con la corbata aflojada y la camisa abierta. Si miro el bolso estoy entre el cartero del barrio y una periodista joven, claro que también pudiera ser el fontanero con la maleta de herramientas.
Cuando era adolescente, con unos 16 0 17 años, me daba por ponerme la corbata de mi padre y una gabardina que tenía como la de Colombo, solo cuando salía con las amigas, no para ir al instituto. A mi padre hasta le hacía ilusión. Esto solo era una nota para poneros en contexto.
La cuestión es que me gustan las corbatas, pero es difícil encontrar corbatas bonitas. ¿Por qué la rompa de hombre es siempre tan sosa?. Perdonad, pero es que es la pura verdad. Para empezar solo existen dos anchos de corbata, la más ancha está destinada a señores que van a la oficina. Me parece muy bien, vas a la oficina con ella y ¿por eso tiene que ser tan fea?. Ya se que la oficina no es una fiesta, pero es que daría lo mismo, porque resulta que las corbatas de fiesta son las mismas que las de oficina. A ver si creías que hay una sección especial que dice: «corbatas de fiesta». La mujeres si que tenemos esa sección, «vestidos de fiesta», pero los hombres…una pena.
Vale, pues te convences de que ese es el ancho de corbata normal. Vamos a elegir el dibujo, o el motivo o la trama. A ver, lisa, a rayas y…y ya está, lisa y rayas. Pero esto qué es, una broma?. A si, perdonad, que también tenéis las corbatas de muñecos, vaya novedad, eso es diseño puro. No me convence ninguna. Si yo fuera diseñador de corbatas, otro gallo cantaría.
Pienso, esto pasa porque me he ido a la sección de corbatas para señores, en cuanto me acerque a las corbatas de jóvenes, la cosa va a cambiar. Y una leche. El ancho si ha cambiado, son corbatas estrechas, empezamos bien. Pero los colores, con los colores la cosa empeora. Tenemos la corbata negra, que parece que vas de luto o eres uno de los componentes de los Blues Brothers. También tenemos la corbata gris oscura, la azul oscura, la morada oscura y ya. Que realmente no se sabe de qué color es, porque todas parecen negras, pero vamos, que en la etiqueta dice que no es negra. Y el material del que están hechas estas corbatas ya es para morirse. Imitación a cuero, o sea, plastiquillo puro, algo parecido al punto y otras están más tiesas que la mojama.
Total, que la tarea de comprar una corbata no es nada fácil, desde el punto de vista de una mujer.
Esta que compré no es que sea la mejor corbata del mundo, digamos que era la menos fea que había.
Ahora hablemos del nudo. Veo mucho nudo mal hecho por ahí y no me gusta. Sufro mucho cuando el presentador de las noticias lleva el nudo torcido y la corbata le cuelga haciendo un tirabuzón. Vamos a ver, ¿es que no hay un señor de estilismo por ahí?, mucho maquillaje y mucha peluquería y luego sale con la corbata hecha un higo. ¡Me entran unas ganas de colarme por la pantalla y enderezarle el nudo!. Tampoco me gustan esos nudos super estrangulados, enanos, de los que emanan unas pedazos de corbatas enormes, que más que una corbata parece un babero. Un poco de proporción, hombre.
En fin, si no usais corbata, eso que os ahorráis, pero si la lleváis, llevadla con estilo, las mujeres os lo agradecerán.
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