Ya se lo que me vas a decir, que por qué le he robado el mantel a mi madre. Pues no sabría decirte, pero es de lo más campestre. Y no se por qué éstos, justos éstos, son los cuadros del mantel para el picnic, que digo picnic, para comer en el campo.
Tu madre sacando la tortilla de patatas, los filetes empanados, y antes de empezar a repartir, extiende en el suelo el mantel de cuadros blancos y azules.
Eso si hablamos de España, porque si hablamos de una película americana, la cosa cambia bastante. Por lo pronto tu madre ya no aparece, en su lugar hay una pareja de enamorados, ella con el pelo recogido a un lado, portando una cesta de mimbre la mar de mona, con todo lo necesario para el almuerzo. Ella se sienta en una esquina del mantel, con las piernas dobladas a un lado y una mano sobre el mantel, mientras con la otra sirve las bebidas. El, tumbado completamente, dejando caer la cabeza sobre su mano, observándola con cara de bobalicón y sintiendo poco a poco un hormigueo que le va subiendo por el brazo, porque lleva ya un rato largo en esa postura y ya no siente el antebrazo ni la mano. Ella con el culo de cartón, porque se le ha dormido una de las piernas y la muñeca ya le duele horrores.
Señores, alguno ha probado a estar mucho tiempo en alguna de estas posturas?, porque yo lo más cerca que he estado de esta estampa, es cuando he intentado leer un libro en la playa tumbada sobre la toalla. Primero me pongo boca a bajo con los codos clavados en la arena hasta que se me quedan rojos y me duelen las cervicales de tener la cabeza estirada como una tortuga y dejo de sentir la punta de los dedos. Después me doy la vuelta y la cosa no mejora, cojo el libro con las dos manos, como si se lo estuviera entregando al señor Dios y en cuanto llevo un rato con el libro por encima de la cabeza, los brazos empiezan a temblar y anotas mentalmente que tienes que fortalecer más los tríceps.
Pero en las películas nunca pasa nada de esto, a nadie se le duermen partes del cuerpo y todo es idílico. Nunca te cae un goterón de aceite en el vestido, ni se te queda comida entre los dientes.
Pues tiene mi hija un cestito de mimbre con sus platitos y todo, que por dentro va forrado con tela de cuadros azules y blancos. Ahí queda el dato.
Quien sería el primero en usar estos cuadros en el campo?, sería el Oso Yogui después de robarle la comida a los excursionistas?, o fueron las siete novias para siete hermanos, muy campestres ellas?.
Ahora ya no hay vuelta atrás, la tela a cuadros azules y blancos siempre irá asociada al campo, concretamente al mantel que llevamos al campo. Hay gente que se lo pone de falda, si es que hay gente para todo.
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