Hoy he tenido que realizar una tareílla de mantenimiento en casa, desatascar el lavabo del baño.
Puede que alguna vez os pase y puede resultaros interesante cómo lo he solucionado. Y si no os resulta interesante, igualmente os lo voy a contar, no hay manera de librarse.
En primer lugar intentaremos solucionarlo de la manera más sencilla, que es quitar el tapón del desagüe y ver si hay algo sospechoso que impide el paso del agua. Cuando digo algo sospechoso, me refiero a millones de pelos, alguna horquilla que se ha colado, un bocadillo de salchichón, cualquier cosa.
Seguro que algo sacáis. El que hurga, encuentra.
Como da un poco de asquito la suciedad que te vas a encontrar, se me ha ocurrido coger un destornillador grande, enrollarle una toallita wc, introducirlo en el desagüe e intentar dejarlo medianamente limpio. Para una vez que quito el tapón, ya aprovecho y lo dejo como una patena.
Y efectivamente, lo he dejado reluciente. En su vida ha estado tan limpio y no se si alguna vez más lo estará.
Ahora toca dejar correr el grifo y ver si lo hemos desatascado y el agua corre sin problemas. Ohhh!, no ha sido suficiente. Hay que seguir con la fase número dos, quitar las tuberías.
Antes de ponerte a desenroscar tuercas como una loca, pon un barreño debajo, porque si no el agua acumulada en la tubería caerá al suelo. Ya se que es de cajón, pero no está de más advertirlo.
En este caso hay dos tubos unidos con un codo. Desenrosco y limpio en profundidad.
Efectivamente había cantidad de roña acumulada, porquería de la que no me quiero acordar y que he tenido a bien no fotografiar para no herir la sensibilidad de los lectores.
Cuando hemos dejado los tubos requetelimpios, hay que volver a colocar cada cosa en su sitio. Lo que pasa siempre que quitas un tubo, es que cuando lo vuelves a poner, queda holgura y el agua se sale por las juntas. Para evitarlo, vamos a poner un poco de teflón en los extremos para que el agua no tenga narices de escaparse por ningún sitio.
Volvemos a colocar el codo y los tubos y en teoría, hemos desatascado nuestro lavabo.
Tenemos que hacer la prueba de fuego, que es dejar correr el grifo y ver si efectivamente el agua fluye sin problemas.
Y como diría un francés, – et voilà, c´est fini – (que se acabó, que listo, que finiquitado)
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