Como si de una gran producción se tratara, os voy a mostrar las tomas falsas o como diría un profesional de las técnicas audiovisuales, el making-of de las fotos en las que poso.
Mi estudio fotográfico es mi dormitorio. En él dispongo de:
- Un armario con puertas de espejo donde practicar la pose que quiero materializar en la foto.
- Un galán que tiene la altura suficiente para colocar el móvil.
- Un servilletero que me sirve para colocar el móvil y que no se me despeñe desde lo alto del galán. Solución que busqué después de que el móvil se estrellara contra el suelo y tuviera que cambiar el cristal.
- Un móvil con un temporizador de 10 segundos para hacer las fotos a distancia.
- Una toalla blanca que me sirve de fondo para la cabeza y que me ayudará en la fase de edición de la fotografía.
Todo lo que un gran fotógrafo hubiera deseado para su estudio de fotografía.
También cuento con una ventana por la que entra la luz necesaria para la foto. Entra la luz necesaria el día que hace sol, en días nublados la cosa desmejora bastante. Ah!, haber elegido muerte.
Metodología a seguir:
Si es posible, hay que hacerse la foto como a las 12 o la 1 del mediodía.
Para elegir el look, miramos el tiempo que hace o nos guiamos por lo que nos dicte nuestro cuerpo serrano. Que te apetece falda, pues a buscar falda, medias, botas…lo que necesites para montarte tu look. Que ya lo tienes?, has dado en el clavo?, te ves bien?, transmites algo?, pues a posar ante el espejo y a elegir una pose para empezar.
Ponemos el móvil en modo cámara, le damos al botón y nos colocamos. Hay que ver cómo ha quedado. Sacas el móvil del servilletero, ves la foto, sopesas y decides. A la primera ya te digo yo que no lo consigues. A probar otra pose. Mismo procedimiento, otra vez le damos al botoncito. Uy!, no me han salido los pies,…uy!, parece que me ha salido papada,…uy!, parece que tengo cuello de tortuga,…uy!, pero si esta pose me hace gorda,…uy!, mira, yo creo que esta ya vale, de donde no hay no se puede sacar. Y ahí queda la cosa.
Entonces tienes como 4 u 8 fotos, dependiendo del tiempo del que dispongas. Normalmente, me visto para irme a alguna parte. Tengo un tiempo limitado, tiempo que a veces he excedido y he llegado tarde a mi destino. Que ya lo se…que no me obliga nadie…pero si es solo por quejarme.
Cuando vuelvo a casa, empieza la fase de edición. De todas las fotos que he hecho, algunas han salido movidas y otras simplemente no me dicen nada. Elijo normalmente dos, las recorto, les quito el fondo, les mejoro el color, el contraste, le quito sombras y elijo un degradado que le vaya bien a la ropa. Y ya está.
En esta foto se aprecia el armario con el espejo y la toalla blanca. Es más fácil recortar el pelo con un fondo blanco que con el fondo marrón de la puerta. Cosa que aprendí después de muchas fotos recortadas.
Me gustaría hacerme fotos por la calle, con decorados más naturales, pero va a ser que no. No me veo con el galán y el servilletero por la calle, buscando un sitio en mitad de la acera. En casa puedo seguir haciendo el tonto sin que nadie me vea. Ya se que al final veis el resultado, pero no es lo mismo.
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