Siempre he querido tener un perchero con forma de árbol. Los que he visto en las revistas los utilizan como solución para recibidores pequeños, o para crear una zona original en una habitación. En la mayoría de los casos son vinilos que se pegan en la pared. Como no tengo las paredes lisas, pensé en pintar el árbol yo misma.
Elegí un dibujo que me gustara y que se adaptara al espacio que quería decorar. Con un lápiz, pinté a mano alzada el árbol en la pared. Lo hice a grandes trazos y luego fui definiendo cada vez más el dibujo. Como después tenemos que pintar, no importa que manchemos la pared de lápiz. Tenía un espacio muerto detrás de una puerta. Me hubiera gustado hacerlo en un sitio donde luciera más, pero no me quedaban muchas paredes libres. En lugar de tener el típico perchero de detrás de una puerta, tendré uno muy mono. Lleva más trabajo que instalar una percha para cuatro abrigos, pero el resultado es mucho más gratificante.
Necesité pintura, pinceles para perfilar el dibujo, un taladro, tacos y perchitas. Usé para las perchas, tiradores para cajones, porque hay más variedad y colorido que en la sección de perchas.
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